15 mayo 2012

Hiraki Sawa

 


En su apartamento londinense todo parece posible. Se encuentra un mundo intermedio entre la realidad y los sueños. Pequeños juguetes caminan sobre los muebles de cocina o nadan en la bañera. Un mundo inquietante y mágico, los objetos cotidianos cobran vida, los aviones planean por los pasillos y aterrizan sobre las mesas. Apenas sale de su apartamento para fotografiar. Su intención es crear una obra que no se pueda entender ni explicar, intentar hacernos jugar con nuestro incosciente mediante los juegos de la niñez y la imaginación cotidiana.

Algo que me llama mucho la atención, es “La infancia perdida tal vez sólo se recupere en los sueños y en el arte”.

Heredero del surrealismo y de lo cuentos victorianos, la obra de Hiraki prentede activar en el espectador herramientas para crear mundos mentales, tal y como hacíamos de niños con nuestros juguetes.


 
 

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